jueves, 21 de abril de 2016




MIOMECTOMIA POR LAPAROSCOPIA


Los miomas uterinos son los tumores sólidos más comunes en mujeres en edad reproductiva. Aunque la verdadera incidencia se desconoce porque muchas mujeres son asintomáticas, se estima que se encuentra entre 25 y 45%, dependiendo de la edad y raza.

Históricamente, la histerectomía es el procedimiento quirúrgico más común en el tratamiento de la miomatosis uterina; mientras que la miomectomía, en general, se reserva para las mujeres que desean preservar su fertilidad.

El cambio en el abordaje quirúrgico de la miomatosis uterina es evidente, de la tradicional laparotomía a la laparoscopia quirúrgica, lo cual es un importante avance tecnológico que se refleja principalmente en la evolución posoperatoria de las pacientes.


CARACTERÍSTICAS MACROSCÓPICAS:

Pueden crecer en cualquier posición dentro del miometrio, siendo la presentación más común el mioma confinado a la pared miometrial, a los cuales se denomina miomas intramurales. En esta localización, cuando se presentan de forma múltiple, puede haber distorsión considerable de la arquitectura y tamaño del útero. Los que crecen en estrecha proximidad a la mucosa endometrial o a la serosa se denominan submucosos o subserosos, respectivamente, y desde esas posiciones pueden prorrumpir, ya sea hacia la cavidad uterina o hacia la cavidad peritoneal. Los miomas submucosos pueden ocasionar atrofia y erosión de la mucosa endometrial, dando lugar a sangrado uterino anormal.
El mioma pedunculado se origina por la acción muscular del útero, intentando expulsar al tumor da lugar a un mioma pedunculado o a un pólipo fibroideo. Este último puede sufrir además los efectos de tracción de las contracciones ístmicas y emerger por el orificio cervical, a menudo con infarto de la porción apical. 


PRESENTACIÓN CLÍNICA

Se estima que sólo 20 a 50% de las mujeres con un mioma o más experimentan síntomas que pueden atribuirse directamente al mioma en sí. Los síntomas varían e incluyen sangrado uterino anormal, dolor pélvico, presión pélvica, capacidad reducida de la vejiga, constipación y disfunción reproductiva. El síntoma más común es el sangrado uterino anormal. Los síntomas usualmente se correlacionan con su localización, número, tamaño o con algún cambio degenerativo concomitante.


Sangrado uterino anormal: La menorragia y la hipermenorrea son el patrón más común de sangrado. Los miomas submucosos e intracavitarios tienden a producir con mayor frecuencia sangrado.



Dolor: No es un síntoma frecuente, y se asocia usualmente con la torsión de un mioma pediculado, dilatación cervical por un mioma submucoso, protruyendo del segmento uterino inferior, o por una degeneración roja asociada al embarazo.


Infertilidad: La miomatosis uterina se asocia a infertilidad en 5 a 10% de los casos. Los miomas intramurales y subserosos tienden a producir mayor disfunción reproductiva. Los mecanismos sugeridos mediante los cuales disminuyen la fertilidad incluyen:

—Alteración del contorno endometrial que interfiere con la implantación. 
—Agrandamiento y deformidad de la cavidad uterina que interfiere con el transporte espermático.
—Distorsión anatómica que reduce el acceso al cérvix del esperma.
—Contractilidad uterina alterada.
—La persistencia de sangrado intrauterino o coágulos interfieren con la implantación.
 —Miomas posteriores pueden interferir con la relación anatómica tubo-ovárica, y el ostium tubario puede estar distorsionado u obstruido.


DIAGNÓSTICO

El diagnóstico se basa usualmente en el hallazgo de un útero aumentado de tamaño, móvil con contornos irregulares a la exploración bimanual o como un hallazgo incidental en el ultrasonido. Las técnicas de imagen son útiles cuando es necesario confirmar el diagnóstico o localizar el mioma previo a la cirugía.

El ultrasonido transvaginal: tiene una sensibilidad alta (95-100%) para detectar miomas en úteros menores a 10 semanas. Ésta es la modalidad más ampliamente utilizada debido a su disponibilidad y costo/efectividad.


La pielografía: intravenosa ocasionalmente es necesaria para definir la anatomía renal y ureteral cuando se sospecha fuertemente distorsión ureteral. La resonancia magnética da mejor información del origen del mioma. Si los estudios de imagen no dan un diagnóstico certero, a veces se requiere de exploración quirúrgica.


Se indica histerosalpingografía para estudiar la cavidad uterina y la integridad de las trompas uterinas en pacientes con infertilidad. Si la cavidad uterina está normal, no hay ninguna ventaja en realizar una histeroscopia. Si la localización del mioma no es clara en pacientes con sangrado uterino anormal o en aquellos que están buscando embarazo, el ultrasonido con contraste (sonohisterograma) es el procedimiento de elección




TRATAMIENTO:

Terapia médica

El objetivo de la terapia médica es aliviar la sintomatología. Para las mujeres que prefieren manejo conservador, existen múltiples terapias médicas. Tiene como ventaja evitar las complicaciones del manejo quirúrgico y permitir la conservación del útero. Estas terapias deben ser tomadas como la primera línea de tratamiento. Las terapias disponibles son:
  •  Estrógenos y progestinas
  • Terapia androgénica
  •  Dispositivo intrauterino con progestina



        Manejo quirúrgico  
        Las indicaciones para el manejo quirúrgico, incluyen:
—Sangrado uterino anormal que no responde a tratamiento conservador.
 —Alto nivel de sospecha de malignidad.
—Crecimiento posterior a la menopausia.
—Infertilidad cuando existe distorsión de la cavidad endometrial u obstrucción de la trompa uterina.
—Pérdida gestacional recurrente por distorsión de la cavidad endometrial.
—Presión y dolor pélvico que interfieran con la calidad de vida.
—Síntomas del tracto urinario, como frecuencia y/o obstrucción.
—Deficiencia de hierro y anemia secundaria a pérdida sanguínea crónica.

      La disponibilidad actual de diversos manejos para esta patología, nos hace individualizar el manejo dependiendo de los problemas específicos de cada paciente y sus necesidades, así como la experiencia clínica del ginecólogo.
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  •            Histerectomia
  •            Miomectomía abdominal
  •              Miomectomía laparoscópica
  •              Miomectomía por histeroscopia

     TECNICA MIOMECTOMIA LAPAROSCOPICA

  •      Este procedimiento generalmente se realiza bajo anestesia general balanceada con la paciente en posición de decúbito dorsal, con los muslos en abducción y las piernas en ligera flexión para lo cual se utilizan los estribos de Allen, las nalgas deben sobresalir del borde de la mesa, de tal forma que pueda movilizarse el útero ayudándose de un movilizador uterino tipo Sims, Valtchev o Rumi.


  •      La ejecución de la miomectomía laparoscópica sólo pueden ofrecerla cirujanos ampliamente capacitados y con gran experiencia en este tipo de procedimientos y en esta vía. Deben seguirse los mismos principios señalados para la miomectomía abdominal, que en general incluyen una adecuada exposición quirúrgica, evitar dañar las porciones intramurales de las salpinges, los vasos uterinos y los uréteres, realizar el menor número de incisiones posible y efectuar la reconstrucción cuidadosa y en planos de la pared uterina.

     
  •      En términos generales, se coloca un puerto infraumbilical de 10 mm por donde se introduce la lente, la de 0 grados es la preferida. Se colocan dos puertos secundarios laterales, uno de 5 mm y otro de 10 mm, habitualmente a 2 cm de la cresta ilíaca, hacia la línea media. La colocación de los puertos puede ser modificada de acuerdo con el tamaño y localización de los miomas. Se efectúa infiltración alrededor de los miomas con una solución diluida de vasopresina (dilución: 20 U/60 mL de solución salina).



                MORCELADOR UTERINO:

      Morcelador Laparoscópico Mikling



     
     El morcelador laparoscópico es un instrumento electromecánico, utilizado para reducir volúmenes de grandes piezas operatorias no oncológicas logrando su extracción de la cavidad abdominopélvica.

La finalidad de este dispositivo es disminuir los tiempos operatorios y el tamaño de incisiones utilizadas para morcelación con instrumental convencional.


















HISTERECTOMIA


La histerectomía es la extirpación quirúrgica del útero. Es un procedimiento que ha evolucionado a través del tiempo gracias a una serie de factores, destacando los avances en anestesiología, antibioticoterapia y técnica quirúrgica.
El útero puede ser extirpado por vía abdominal o vaginal; la elección depende de la indicación de la cirugía, del tamaño y movilidad del útero, de la anchura de la vagina y de la presencia o ausencia de otras condiciones asociadas, como experiencia y entrenamiento del cirujano.





INDICACIONES

La mayoría de las indicaciones de la histerectomía incluyen una o más de las siguientes causas:
  •  Fibromas o miomas uterinos (tumor benigno del útero): sólo se recurre a la histerectomía cuando el fibroma provoca complicaciones (hemorragias repetidas, compresión de los órganos situados en la pelvis, dolores en la zona pélvica)
  • Reglas muy abundantes y prolongadas (menorragia): independientemente de la incomodidad que comportan, las hemorragias intensas pueden provocar anemia por déficit de hierro. Si estos trastornos no responden a otro tratamiento, se puede recurrir a la histerectomía
  • Prolapso genital (el útero se desploma en la vagina): si el prolapso es muy pronunciado, está indicada la histerectomía
  •  Cáncer del cuerpo del útero (o cáncer del endometrio, la mucosa que tapiza la cara interna del útero) y del cuello del útero, la histerectomía se completa en estos casos con la extracción de los ganglios linfáticos vecinos
  •  Endometriosis: (presencia de fragmentos de mucosa uterina, o endometrio, fuera de su localización normal), la intervención sólo está indicada si los dolores persisten después de los otros tratamientos y si ya no se prevé un embarazo
  • Cáncer de ovario: generalmente se decide de entrada una histerectomía total con ablación de los anexos (trompas de Falopio y ovarios)



TIPOS DE HISTERECTOMIA

  • Histerectomía total: Comprende la escisión del cuerpo y del cuello del útero. En caso necesario, también se pueden extirpar los ovarios y las trompas de Falopio (anexectomía).
  •  Histerectomía subtotal: Se extirpa el cuerpo del útero pero se deja el cuello uterino en su lugar. Esta intervención parcial permite conservar toda la profundidad de la vagina.No obstante, se practica poco en el marco del tratamiento de un cáncer genital, porque sigue existiendo el riesgo de desarrollo de un cáncer en el cuello.Por otro lado, la histerectomía subtotal tiene la ventaja de disminuir la probabilidad de lesiones en la vejiga, uréter y recto, ya que no se realiza extirpación del cérvix.
  •  Histerectomía ampliada: Se practica con frecuencia en caso de cáncer y consiste en la extirpación del útero, del cuello uterino, de los tejidos que rodean los uréteres, de los ganglios linfáticos vecinos y de una parte de la vagina. Si es necesario, también se extraen los ovarios y las trompas de Falopio. Después de la histerectomía, una mujer ya no podrá tener hijos; no volverá a tener reglas y, por lo tanto, no necesitará ningún medio anticonceptivo.










TÉCNICA QUIRURGICA DE HISTERECTOMIA TOTAL LAPAROSCOPICA

EQUIPAMIENTO

Mientras mejor sean el equipo y el instrumental, más sencillo es el procedimiento. Actualmente, se utiliza insufladores de flujo alto, fuentes de luz de xenón, cámaras de 3 chips, monitores de alta resolución, una mesa quirúrgica que permita alcanzar una posición de Trendelemburg de más de 30° -muy importante, porque permite desplazar las asas intestinales y dejar libre el campo operatorio-; esta mesa debe estar equipada con protectores tanto para hombros como para las piernas, para evitar secuelas neurológicas en relación a una presión constante de los miembros, si la cirugía es muy prolongada.

No se precisa tener una variedad de instrumental, sino lo necesario. Es importante contar con un buen manipulador uterino que permita una buena movilización del útero y sobre todo una adecuada presentación para la apertura del fondo de saco vaginal. Encontramos el manipulador diseñado por el doctor Charles Koh (The Rumy Sistem-Cooper Surgical), que tiene la ventaja de estar provisto de un accesorio que evita la pérdida del neumoperitoneo cuando se realiza la apertura de los fondos de saco vaginales, lo cual es indispensable para poder culminar una histerectomía laparoscópica total. Pero, igual puede ser cualquier marca o tipo de manipulador. Este dispositivo facilita muchísimo la cirugía; no se justifica prescindir del mismo.

Con respecto a la coagulación, el fórceps bipolar que usa una corriente de corte de frecuencia alta y voltaje bajo (20-50 W) es muy importante en esta intervención, por su capacidad para coagular vasos de gran tamaño, como las arterias ovárica y uterina; también, es necesaria la corriente monopolar utilizada a través de tijeras o puntas.




MANIPULADOR UTERINO DE HOHL

El manipulador uterino de HOHL se compone de un mango fijo, una varilla de manipulador y una campana cervical. Las campanas sirven como plataforma quirúrgica y están disponibles en tres tamaños distintos para cuellos uterinos pequeños, medianos y grandes. Tres insertos en espiral posibilitan el anclaje firme y seguro del instrumento al cuello uterino. El inserto de trabajo, que se coloca en el extremo distal de la pieza en espiral y está dispuesta en diversos tamaños, sirve de extensión en los úteros pequeños y grandes. Además, equipado con un inserto automático opcional.

La campana cervical es resistente a la energía eléctrica y a los ultrasonidos y marca exactamente el límite entre la vagina y el cuello uterino. La campana se usa de plataforma quirúrgica en la que se realizan algunos de los pasos más importantes de la intervención como, por ejemplo, la bicoagulacion de los vasos uterinos y la disección intrafascial de los ligamentos y la vagina en contacto directo con el borde de la campana. Estas campanas cervicales presentan un diseño anatómico especial adaptado a los fórnices vaginales anterior y posterior.


El manipulador uterino de HOHL permite practicar una histerectomía total, intrafasial y atraumatica 




Descripción del manipulador uterino y la técnica de histerectomía típica:

  •  Mediante su fijación firme al cuello uterino, el manipulador permite ejercer la tensión sobre el tejido que resulta imprescindible para cualquier intervención anatómica.
  • A demás permite proteger los órganos colindantes que, de lo contrario, podrán resultar dañados (vejiga, uréter).
  • El desplazamiento del útero en dirección craneal hace innecesaria la disección de la vejiga, de modo que su inervación permanece totalmente intacta. Dicho desplazamiento craneal permite practicar una verdadera histerectomía intrafascial sin que se dañe la fascia endopélvica. De este modo se previene la aparición postoperatoria de enteroceles y el prolapso de la cúpula vaginal.
  • Coagulación bipolar electro quirúrgica sin hemorragia de la arteria uterina en el borde del capuchón cervical.
  • Al final, la colocación firme y exacta del capuchón en el límite entre la vagina y el cuello uterino permite una sección segura y sin hemorragia de la vagina y una sección eléctrica de los ligamentos paracervicales con preservación de los ligamentos (intrafasciales) de la fascia endopélvica.
  • Incluso tras la sección de la vagina, la campana sigue taponando herméticamente para que no se escape gas C02, intraabdominal hacia la vagina. Una vez seccionada completamente la vagina puede retirarse el útero dentro de la misma, donde sigue taponando herméticamente hasta que se completa el cierre laparoscópico de la vagina.
  • Unión exacta de las fascias endopélvicas ventrales, laterales y dorsales por contacto mediante suturas en forma de z o suturas continúas. 






MANIPULADOR UTERINO DE DONNEZ PARA LA HISTERECTOMIA LAPAROSCOPICA


Los manipuladores del útero tienen diversos ámbitos de aplicación:

  •  Movilización del útero (anteverción, retroversión y movimiento lateral) para la óptima exposición del campo de operación
  • La exposición de la vagina y del cuello uterino, para posibilitar su separación durante la histerectomía laparoscópica.

Los requisitos más importantes durante el desarrollo del nuevo manipulador del útero han consistido en que este constituya un instrumento que:
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  •  Exponga el fórnix vaginal de forma clara
  •  Sea fácil de utilizar y permita el uso de corriente unipolar.


El manipulador uterino de DONNEZ ha sido concebido como un instrumento más manejable, seguro y rentable. Este nuevo manipulador del útero ha sido diseñado específicamente para aplicarse en la histerectomía laparoscópica total o subtotal y facilitar la apertura de la vagina o del cuello uterino, por ejemplo con la ayuda de unas tijeras unipolares.

Manejo:

El manipulador está provisto de una sonda que puede colocarse fácilmente en el cuello uterino después de exponerlo con un espéculo. A continuación se extrae el espéculo. Seguidamente se introduce una campana móvil de cerámica hasta el cuello uterino y se fija en el extremo distal de la sonda del manipulador.

Manejo sencillo:
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  • No resulta necesario el uso de pinzas esféricas
  • La fina punta del elemento de trabajo reduce la necesidad de dilatación y el trauma de los tejidos.
  •   La campana móvil se fija por medio de un mecanismo de sujeción automático.

Seguridad:
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      El material de fabricación permite el uso de corriente unipolar que resulte dañado el manipulador o se produzca una difusión de la corriente.
·         El extremo sin metal del inserto de trabajo permite abrir el cuello uterino con corriente unipolar sin poner en peligro al asistente que maneja el manipulador.


TECNICA HISTERECTOMIA


  • Previo a la inducción anestésica, las pacientes deben ser colocadas en posición dorsal, con las piernas abiertas y flexionadas a nivel de la articulación de la rodilla, cuidando que el abdomen y la articulación de la cadera queden en un mismo plano. Ambas piernas deben de estar aisladas de contacto con metal, y se debe colocar el electrodo pasivo de la corriente monopolar en una zona segura. Una vez preparado el campo operatorio, se cateteriza la vejiga con sonda Foley y se coloca un manipulador intrauterino, al que previamente se le ha colocado el KOH Colpotomizer System, el cual cuenta con un accesorio circular para fijar el cuello uterino y sobre el cual se realiza la colpotomía (KOH Cup Vaginal Fornices Delineator), y otro aditamento de plástico inflable para impedir la salida del gas cuando se realiza la apertura de la vagina (Colponeumo Occluder).



  • Se crea un neumoperitoneo adecuado y se realizar un detallado reconocimiento de los órganos abdominales


  • la paciente es ubicada en posición de Trendelemburg (35°), para facilitar el reconocimiento de los órganos pélvicos y la introducción de trócares de 5 mm a través de dos a tres punciones accesorias: dos ubicadas lateralmente a los vasos epigástricos, en los cuadrantes inferiores, a la altura de la espina iliaca antero superior, a unos 2 cm por dentro de las mismas; la tercera es ubicada en el flanco lateral izquierdo, en una misma línea con la del lado izquierdo, a unos 5 a 6 cm por arriba de la misma, o puede ser colocada en la línea media, a 3 o 4 cm por encima del pubis.


  • Se realiza la sección de los ligmentos, se  pinzar, se cortar y se ligar, pero en este caso se hace la  coagulación de ligamentos con pinza bipolar y sección con tijeras con energía monopolar, progresivamente los siguientes:

- Ligamentos redondos
 - Apertura de peritoneo anterior y posterior
- Infundíbulos pélvicos
- Vasos uterinos.


  • Luego de este paso, con un gancho con energía monopolar se secciona o abre los fondos de saco por encima de los ligamentos uterosacros, de tal manera que se conserva la fascia endocervical completa. Después, viene el paso vaginal y, siendo la mayor indicación la leiomiomatosis, hay que morcelar el útero suelto de sus pediculos, por vagina. Se necesita experiencia para este paso, si el útero pesa más de 300 gramos.


  • El cierre de la vagina se realiza con vicryl 0, ya sea por vía vaginal con sutura continua o por vía laparoscópica, con puntos separados o con sutura continua.


  • La revisión de hemostasia, concluido el cierre de la vagina por laparoscopia, es una de las ventajas sobre la técnica por vía vaginal









domingo, 10 de abril de 2016

ENDOMETRIOSIS


La endometriosis es una afección común que afecta a las mujeres durante los años reproductivos. Se produce cuando el tejido normal del revestimiento del útero, el endometrio, se adhiere a los órganos de la pelvis y comienza a crecer. Este tejido endometrial desplazado causa irritación en la pelvis que puede provocar dolor e infertilidad.




Los expertos no saben por qué algunas mujeres desarrollan endometriosis. Durante cada período menstrual, la mayor parte del revestimiento del útero y la sangre se derrama a través del cuello uterino y se elimina a través de la vagina. Sin embargo, una porción de este tejido entra en la pelvis a través de las trompas de Falopio. Las mujeres que desarrollan endometriosis pueden ser sencillamente incapaces de eliminar estas células de la pelvis.



Los primeros implantes de endometriosis parecen manchas pequeñas, planas como ampollas o salpicaduras esparcidas sobre la superficie pélvica. Las manchas pueden ser transparentes, blancas, marrones, rojas, negras o azules. La gravedad y el curso de la endometriosis son altamente impredecibles. Algunas mujeres pueden tener unos pocos implantes de endometriosis en la superficie de la pelvis, el peritoneo o los órganos pélvicos o los implantes pueden invadir el peritoneo y crecer como nódulos. La endometriosis puede crecer en la superficie del ovario en forma de implantes o puede invadir el ovario y desarrollar un quiste lleno de sangre denominado endometrioma, o un “quiste de chocolate.” Los quistes de chocolate reciben ese nombre porque con el tiempo la sangre que contienen se oscurece a un profundo color marrón rojizo. Estos quistes pueden ser pequeños, como un guisante, o pueden crecer y ser más grandes que un pomelo. La endometriosis puede irritar el tejido circundante y producir tejido cicatricial interno, denominado adherencias. Estas adherencias pueden unir los órganos de la pelvis, cubrirlos por completo o afectar a los intestinos cercanos. Las adherencias pueden evitar que las trompas de Falopio recojan el óvulo desde el ovario durante la ovulación. La endometriosis también puede crecer en las paredes del intestino o en el tejido entre la vagina y el recto.



La endometriosis se clasifica en cuatro fases
I: mínima
II: leve
III: moderada
IV: grave

En función de la ubicación, extensión y profundidad de los implantes de endometriosis; la presencia y gravedad de las adherencias; y la presencia y el tamaño del endometrioma ovárico (Figura 2). La mayoría de las mujeres tienen endometriosis mínima o leve, que se caracteriza por implantes superficiales y adherencias leves. La endometriosis moderada y grave se caracteriza por quistes de chocolate y adherencias más graves.





SÍNTOMAS:
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Cólicos menstruales:Muchas mujeres experimentan dolores menstruales leves, que se consideran normales. Cuando los dolores son más intensos, reciben el nombre de dismenorrea; este puede ser un síntoma de endometriosis o de otros tipos de patología pélvica, como fibromas uterinos o adenomiosis. Los cólicos intensos pueden provocar náuseas, vómitos o diarrea. La dismenorrea primaria se produce durante los primeros años de la menstruación, tiende a mejorar con la edad o después del parto y, por lo general, no está relacionada con la endometriosis. La dismenorrea secundaria se produce más tarde en la vida y puede aumentar con la edad. Esto puede ser una señal de advertencia de la endometriosis, aunque algunas mujeres con endometriosis no sienten cólicos en absoluto.




Relaciones sexuales dolorosas: La endometriosis puede causar dolor durante o después de las relaciones sexuales, una afección conocida como dispareunia. La penetración profunda puede producir dolor en un ovario vinculado por tejido cicatricial a la parte superior de la vagina. El dolor también puede ser causado por golpes contra un nódulo blando de endometriosis ubicado detrás del útero o en los ligamentos uterosacros, que conectan el cuello uterino con el sacro.



Infertilidad: Hay una gran cantidad de evidencia que demuestra una asociación entre la endometriosis y la infertilidad. La endometriosis se encuentra en hasta el 50% de las mujeres infértiles. Las pacientes infértiles con endometriosis leve no tratada conciben por su cuenta en una tasa del 2% al 4.5% mensual, en comparación con una tasa de fertilidad del 15% al 20% mensual en parejas normales. Las pacientes infértiles con endometriosis moderada y grave tienen tasas de embarazo mensuales inferiores al 2%. A pesar de que la endometriosis se asocia fuertemente con la infertilidad, no todas las mujeres que tienen endometriosis son infértiles. Por ejemplo, se encontró endometriosis en muchas mujeres sometidas a procedimientos de esterilización tubarica.



DIAGNOSTICO

La endometriosis no se puede diagnosticar únicamente por los síntomas. Su médico puede sospechar que tiene endometriosis si usted tiene problemas de fertilidad, cólicos menstruales intensos, dolor durante las relaciones sexuales o dolor pélvico crónico. También se puede sospechar cuando hay un quiste ovárico persistente. Con frecuencia se encuentra endometriosis en miembros cercanos de la familia, como una madre o hermana. No obstante, recuerde que muchas mujeres con endometriosis no sienten ningún síntoma.

Exploración de la pelvis: Ciertos hallazgos de una exploración de la pelvis pueden llevar a su médico a sospechar que usted sufre endometriosis. El médico puede sentir un nódulo blando detrás del cuello uterino durante una combinación de un examen vaginal y rectal, o el útero puede estar inclinado hacia atrás o invertido. Uno o ambos ovarios pueden estar agrandados o fijos en una posición. Ocasionalmente, los implantes de endometriosis se pueden ver en la vagina o el cuello uterino. Aunque su médico puede sospechar que usted tiene endometriosis, en función de sus antecedentes y los resultados de una exploración de la pelvis, es necesaria una cirugía para confirmarla.



Laparoscopia: La laparoscopia es un procedimiento quirúrgico ambulatorio que permite al médico ver los órganos pélvicos y detectar la endometriosis.



TRATAMIENTO DEL DOLOR 
El médico tendrá en cuenta sus síntomas, el examen físico, los resultados de los exámenes y sus objetivos y preocupaciones antes de aconsejar un  tratamiento.

Cambios de hábitos:
Algunas mujeres han descubierto que el dolor mejora con ejercicio y técnicas de relajación. Aunque los suplementos naturales no han demostrado reducir el dolor relacionado con la endometriosis, los antiinflamatorios no esteroideos de venta libre, como el ibuprofeno y el naproxeno, reducen los dolores menstruales. Cuando las relaciones sexuales dolorosas son un problema, cambiar de posición previene el dolor causado por la penetración profunda. A pesar de estas medidas, con frecuencia es necesario el tratamiento médico.



Anticonceptivos hormonales:
Las píldoras anticonceptivas a menudo reducen los cólicos menstruales y el dolor pélvico que puede estar asociado a la endometriosis. Ninguna píldora parece ser mejor que otra en el tratamiento de los síntomas de la endometriosis.



Progestinas:
Las progestinas son medicamentos sintéticos que realizan una actividad similar a la progesterona sobre el endometrio, el revestimiento del útero. Muchas progestinas han demostrado reducir el dolor pélvico asociado a la endometriosis. Los efectos secundarios más comunes de la terapia con progestina son el sangrado uterino irregular, el aumento del peso, la retención de líquidos, la sensibilidad en los senos, el dolor de cabeza, las náuseas y los cambios de humor, especialmente la depresión.

Análogos de la hormona liberadora de gonadotropina (GnRH):
Los análogos de GnRH, en particular los agonistas de GnRH, causan una caída en los niveles estrógeno a niveles propios de la menopausia y, por lo tanto, no se produce la menstruación. Estos fármacos son muy eficaces para la endometriosis dolorosa. Los efectos secundarios incluyen los síntomas de la menopausia: sofocos, sequedad vaginal y pérdida de calcio en los huesos. Generalmente, los medicamentos se administran durante seis meses.

Danazol:
El danazol, un medicamento similar a las hormonas masculinas, también es altamente eficaz para tratar el dolor debido a la endometriosis. Los efectos secundarios comunes pueden incluir la retención de líquidos, acné, el sangrado vaginal irregular, los calambres musculares y la reducción del tamaño de los senos. Los efectos secundarios poco frecuentes, pero irreversibles, incluyen que las voz se vuelva más grave y el crecimiento de vello facial o corporal.


TRATAMIENTO:

lo general, la laparoscopia es el tratamiento de primera línea para la endometriosis. Durante la laparoscopia, el médico puede extirpar adherencias, nódulos de endometriosis y quistes ováricos. La laparoscopia se utiliza a menudo para tratar la endometriosis recurrente cuando el objetivo es preservar la fertilidad futura.

La extensión de la endometriosis se evalúa durante la laparoscopia. Se utiliza un sistema de estadificación clínica para describir la extensión de la endometriosis, las adherencias y los quistes endometriomas en el ovario. Una puntuación de 1 a 15 indica que la endometriosis es mínima o leve y una puntuación de 16 o más indica una enfermedad moderada o grave. No obstante, el sistema de clasificación no se correlaciona bien con la probabilidad de concebir de una mujer con tratamiento de fertilidad ni con el grado de dolor que experimenta.

La endometriosis se puede coagular, vaporizar, quemar o extirpar, y el tejido cicatricial o los quistes ováricos se pueden eliminar. Durante la laparoscopia, el médico puede determinar si las trompas de Falopio están abiertas al inyectar un medio de contraste a través del cuello uterino hasta el útero. Si las trompas están abiertas, el líquido fluye por los extremos de las trompas de Falopio.